Amor de estaciones.


El primer día que te vi,
nuestro primer intercambio de palabras,
la primera vez que tu mano rozó la mía,
fue nuestra primera primavera.

La primera vez que me refugié en tus brazos,
el instante en que mis labios encontraron los tuyos,
ese brillo que resplandecía en la mirada cada vez que nos cruzábamos;
ese fue el mejor verano de mi vida.

Y entonces, lentamente nos llego el otoño.
Nos empezamos a perder en los laberintos del tiempo y la oportunidad,
nuestras almas se distanciaban,
nosotros sin entender el porqué, nos aferramos a lo vivido,
todos esos recuerdos.
Nos negamos a dejarnos ir.

Sin más avisos de lo inevitable, el invierno se hizo presente.
Nuestras manos se soltaron al fin y nuestros labios se despidieron.
Sólo quedan nuestros corazones empacados en el vacío.

Fueron más de mil intentos desafiando al destino,
Y por momentos, lo logramos mi amor.

Hoy te extraño, pero te dejo ir.
Hoy, nuestro amor se queda congelado.
Hoy, sólo nos queda decirnos adiós.



Escrito un 25 de enero de 2010.

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