малиновый трон.

En un reino desolado, detrás de esos muros color carbón,

Que los rumores dicen que son impenetrables.

Se encuentra una capital, que antes desaparecer…

Era la más próspera del norte.

Donde los niños corrían y se divertían

Con festivales de los que reían, bebían y comían hasta reventar.

Con nuevas aventuras para los viajeros.

Y con las fiestas de té de los nobles.

Pero eso, no importa ya.

Porque ése lugar ya no existe más.

Ahora solo quedan calles vacías.

Viviendas destruidas.

Y combates a muerte.

Que trajeron con ellos desesperación, gritos y sangre.

Y solo entre los muros se escuchan susurros

Susurros de soldados contando las vidas que han robado.

La guerra llegó hace un tiempo…

Pero ya estaban preparados para ella.

El palacio se volvió un centro de operaciones,

Y los alrededores una base de entrenamiento.

Aunque duela recordar los valles llenos de flores o fiestas de té, la reina no nació para ello.

Mató a muchos cuando se volvieron campos de concentración, sólo para sobrevivir.

A causa de ello…

Los tulipanes que cuidaba se marchitaron…

Sus delicadas vestimentas se arruinaron,

Y las fiestas de compromiso, fueron reemplazadas por entierros de camaradas.

No existen arrepentimientos o remordimientos en ella,

Sólo existen las ganas de sobrevivir,

Sobrevivir en este reino,

Que posee algo importante…

Algo que enmarca sus triunfos y se colma de la sangre derramada del adversario.

Que quien lo posea, tendrá el control absoluto sobre estas tierras.

Que convenientemente… a ella, ya le pertenece.