Carta a un amor inefable.

Quisiera empezar esta carta diciéndote “Querido amor” pero eso sería limitarme en palabras a todo lo que siento por ti, porque no sería correcto decir solo que te quiero, porque te amo como a nadie, pero ya tú sabes eso, y sé que no te molestaría que lo dijese así, pero mejor acomodemos eso:

“Para el sol de mi vida” muchísimo mejor ¿no?

Te cuento que me soñé escribiéndote esta carta, sentada a veces en un escalón de la casa, a veces en el columpio o quizás en mi habitación con un lápiz y papel.

Escribo esto para decirte todo lo que puedo y lo que no puedo decirte siempre. Por mis trabas en la lengua, por mi pena que ataca de vez en vez, por mi risa nerviosa en plenas conversaciones o porque sí; cuando recordábamos lo que vivimos, lo que pasamos, lo que hicimos, lo que reímos y lloramos y todo lo que vendrá.

También quiero escribirte que me encuentro feliz.

Porque te elegí aunque no te buscaba.

Porque eres mi persona favorita.

Porque quiero vivir mi vida contigo.

Porque eres todo.

Porque eres mi euforia y mi calma.

Porque apareces como humo y me vuelves fuego.

Porque eres mi mar, donde exploro más del mundo cada día.

Porque eres la causa y razón de mis sueños.

Porque te vuelves caballero y alfil.

Porque eres quien me guía y me cubre.

Porque puedo sonreír mientras llueve o hace un terrible calor.

Porque alcanzamos los atardeceres.

Porque podemos compartir pasteles y helados.

Porque se me escapan los minutos a tu lado y siempre quiero más.

Porque eres el que saca mis lados tiernos, mis lados tristes y mis lados más feroces.

Porque me haces verme, me haces ser yo.

Porque eres tan mío como yo tuya.

Porque eres quién siempre querré.

Porque somos los dos.

Porque armamos un dúo como ninguno.

Porque somos tú y yo.

Siempre te veré en mi memoria, con esa sonrisa del primer día, esa risa de ‘quiero pasarla así toda mi vida’, ese llanto de ‘lo superaremos todo, juntos’ y con esa mirada de ‘siempre serás mía’.

Caeré en tus brazos, amor; todas las veces.

Porque es el único sitio en el que siempre querré estar.

Sin embargo, no quiero terminar esta carta aquí, siento que le falta mucho, mucho más…

Aunque suene muy rosa y pastel, porque como lo dije en un principio, no puedo expresarme en palabras ya que sería una falta hacia todo lo que siento por ti…

Mi amor inefable.

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