Anacrónico.

Creo recordar que ese ¿octubre? no había nada interesante,
Solo una amiga que me habló de su nuevo amigo,
Muy artístico y chistoso.

Y que por tener su numero de teléfono
Yo aburrida y con interés de hablar, inició.
No se la fecha exacta, pero lo que se bien
Es que me corregiste porque añadí una C a tu juego favorito.
Riéndome sola, acepté mi error.

Un error que nos llevó a hablar de manera constante.
Diciéndole a esa amiga que nos enlazó que "no queríamos molestar"
Y ella al parecer exasperada,
Nos decía a los dos, "no lo haces".

Quizá queríamos creer que era así,
Para no encariñarnos tanto
Porque sabíamos que la química estaba ahí.

Los días y semanas pasaron,
Hablando, riendo, escribiendo.
Tanto que hasta hablamos de sueños y qué queríamos ser.
Con esperanza de cambiar,
O de cantar,
Para demostrarle al mundo que así fuese en un pequeño pueblo
O una metrópolis, podíamos triunfar.

Nos vimos en un parque,
Ese jueves por la tarde,
Entre risas y frases que
No eran al azar.

Tu hermana me dijo unas palabras
Acerca de lo que ella veía que yo ignoré
Y creo que a mi amiga,
Dándose cuenta ella misma, no le gustó.

Componías y escribías,
Y me alegra que el canal
Que tanto querías,
Lo creaste y seguiste en él.

El cometa Halley,
Lluvia de película,
Promesas y listas en cartas
que no eran de amor.
Todo eso queda en mi memoria,
como un recuerdo de esos bonitos.

Iridiscente.

Inefable.

Rizado.

¿Verde o café?

Nunca lo sabremos,
porque lo que queda son esos 5 minutos grabados
en forma de canción.