Mar-æ.

El punto de partida siempre es una base, a la que podemos modificar.

Las estrellas y las constelaciones que forman, se ha convertido en su placer culposo.

Su pasado fluye sin causar distorsión en su presente, con tonos fríos sin nada fuera de lugar.

Pero ¿Y aquello que se esconde tan pero tan profundo? Aquello que consume, aquello que toma parte cada segundo sin notarse.

Repite que las estrellas son su salvación porque puede nombrarlas y darles identidad.

Y se alegra, que mientras más oscuridad, más se nota su brillo individual, que toman formas en el cielo.

Su nombre es la definición de vida.

Su color es el más frío de todos.

Sus ojos siempre con un cúmulo de emociones, que se desbordan como un río.

Ha decidido hacerse una máscara que oculte sus orbes, porque delatan sus secretos y sus anhelos.

Sin embargo, son tan claros como un mar en calma, y en segundos pueden cambiar a un mar en tempestad, tan turbio y tan oscuro.

Peligroso. Voluble. Profundo. Desconocido.

Transparente. Hipnótico. Apacible.

Complejo y Sencillo.

El reflejo del reflejo.

Todo.