Acá y más allá.

¿La mortalidad es nuestra porque estamos aquí?
 
¿O es porque no estamos allá?

He pensado en esa línea tan delgada que divide la vida y la muerte,

Tan firme pero a la vez tan delicada.

Explorando mi reflejo mortal tan pálido y vano,

Concebí por un segundo, y solo uno en acabar del otro lado.

Con filos cerca, que brillan al tacto,

Tan pero tan endeble en mis manos,

Y tan, letal.

Dolería, es lo normal.

Y no está mal, sin dolor seria un simple sueño.

Sin embargo, aunque esto me detendría...

Realmente es el después lo que me asfixia.

No en el después para mí, no soy tan arrogante.

Porque yo estando muerta no importaría más.

Cielo o infierno,

Más allá o acá,

Pasando una linea invisible,

Yéndome a otro plano o quedándome en este,

Como fantasma o como espíritu.

Eso, ya no importaría.

Lo único, es que no estaría.

Y con un juicio tan enfermizo de este pensar ¿Qué harían? ¿Qué sentirían? ¿Qué pasaría?

Un segundo, que se sintió como algo más.

Y cómo el último aleteo de una mariposa en un huracán, desapareció.

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