Torre de Cristal.

Una torre caída… pilares derrumbados y una doncella herida queriendo escapar; ubicada en lo que era un hermoso bosque que se convertiría en cenizas gracias a las llamas que lo consumían.

Trató de huir de lo que quedaba de su amado bosque y los escombros de la torre; corriendo lo máximo que sus piernas le daban, deseando irse a otro lugar.

Unas horas después que le parecieron eternas, se encontraba muy lejos de lo que fue su hogar; pero ya no podía más… por el dolor en su cuerpo y el que fue un bello vestido, pasaba a ser un trapo rasgado por las ramas que pasaba.

Se sentía devastada, observó al cielo ya en penumbras… sólo pocas estrellas la acompañaban. No sabe cuánto tiempo estuvo así, pero al dar otro paso, se derrumbó…

Llorando a mares, abrazada a sí misma y con frio… Se sentía sola, ya no quedaba nada... Pero entre el delirio y el cansancio, lentamente recordó sus palabras. -No importa lo que pase, yo estaré allí protegiéndote con mi escudo y espada.- Con esa promesa, trataba de enfocar al menos la silueta de ese caballero de rizos dorados… que nunca llegó.