Un puzzle por armar de Carloy Hernández.

Otra vez tropecé, caí, y lloré… lloré como un bebe al perder un dulce. Destruido y sin fuerza me encuentro... y con la poca esperanza de recibir ése “bien hecho” que sé que nunca llegará.

Sin embargo todos los días me aferro a mi vida, lucho por seguir adelante, por estar bien conmigo mismo y con los demás; pero todo empeora.. Primero esto y ahora tengo que cargar con el dolor que me produce verla a ella con otro, otro que obviamente no soy yo...

3.48am.

No puedo dormir, la ansiedad me carcome y esto va a matarme, no dejo de pensar en ella y mucho menos en mis problemas. Porque empiezo a pensar que realmente me interesa, y no puede suceder eso; Es grandiosa… Pero ilusionarme no es una de mis opciones y que termine como la última vez. 

Quiero correr, dejar todo atrás y desaparecer. Quiero ser feliz, por lo menos cinco segundos… ¡Ser feliz! Es lo que más quiero.

De esta manera quiero acabar con todo esto de una buena vez, dejar de sufrir, dejar de ser un cobarde y dejar de ser el mismo niño inseguro. Aunque sé que de la manera que pienso, lo menos que dejaría de ser es un cobarde. Porque nunca pensé en llegar a este punto, de sentirme como un puzzle por armar... incompleto... y quebrar en llanto, nunca imaginé en ceder… en rendirme… pensé que tenía todo bajo control… Pero no fue así. Y por ahora solo tengo ganas de sentarme en mi portal, fumar un cigarrillo con el característico olor a camel y beber de a sorbos el poco de vodka que quedó de la fiesta de la semana pasada.

Espero que algún día todo esto cambie y pueda ser feliz.