Eternamente Fugaz.

Y los veo por la ventana a las 6.17 de la tarde; el sol a cada segundo desaparece en el horizonte quemando todo a su paso; mientras que la luna navegando en el cielo, tan traslúcida y brillante en lo alto del mundo, adornando las pequeñas nubes del final del día.

Se saludan casi tocándose, casi besándose, se ven juntos pero distantes... Cómo tú, como yo, como nosotros...

Ella con una tez tan pulcra como el alabastro y él con su piel tostada y pecosa.

Ella con sus orbes grisáceas y sus cabellos de nieve, mientras que él con sus rubíes y sus rizos esponjados, tan rojos como el fuego.

Ella tan calma, él tan pasional.

Ella tan etérea y él tan radiante.

Ella tan ella y él tan él.

Juntos, en casos especiales... Esos que puedes contar.. Con solo minutos para encontrarse el uno al otro; donde se adoran como amantes perdidos, se dan todo el amor fulgurante, ignorando el olvido de la pasada vez...

Donde se besan y se pertenecen...

Sin embargo, se despiden como desconocidos, para no recordar lo vivido, porque el dolor de la pérdida puede con sus almas.

Almas tan diferentes e iguales...

Ella no derrama lágrimas alguna, sin embargo los mares se enfurecen al sentir la pena de su diosa.

Él, solo puede apretar los puños, por dejar a su amada, las temperaturas se elevan y la tierra ruge toda la ira de su rey.

Mientras se observan regresar al principio...

Cómo un ciclo, todo de un mismo sistema. Tan cerca, tan lejos, como tú, como yo, como él nosotros.

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