Infinito elevado al cuadrado.

El equilibrio se ha roto.

El “todo está perfecto” no existe por ahora.

Por esta luna llena, que brilla tenuemente sobre ellos.

En medio de todo el silencio.

Fuertes risas interrumpen la calma.

Diálogos que no quieren acabar.

Miradas cómplices.

Distintos, como el yin y el yang.

Ya no más.

El equilibrio hoy, ya no está.

Sé que no puedes verlo.

Y solo un anillo y una diadema están.

Tú tienes que mirar, más allá de lo que quieren los simples mortales.

Porque no eres como ellos.

Así que haz un esfuerzo.

Detente y observarás.


Hay recuerdos que no se olvidan, así que no temas.

Jamás podrán huir de tales monstruos.

Porque son parte de ustedes.

Son su reflejo y les causan dolor.

Un dolor que no es tan simple.

Y cuando todo se desequilibre sus demonios se irán, solo por esa noche.

Bailando lentamente una canción.

Se despiden sin decir adiós.

Porque al terminar la noche, ellos volverán.

Los pensamientos que se escuchan, no pueden detenerse.

Como melodías y letras compuestas sin saber de su existencia.

Que suenan perfectas si las combinas y tocas sin parar.

Toma el papel y sal. 

Porque el cofre ha sido abierto, una vez más.

Sin joyas que mostrar, solo una pieza rota.

Que tiene un par…

Para así calzar con un solo click, por solo segundos.

Y se espera que suceda con más frecuencia.

Para así, sonreír sin parar.

Como relojeros en su taller, fragmentos similares se encontraran.

Como también engranajes descompuestos, que no se pueden arreglar.

Prefiriendo el ahora, por “lo que vendrá”.

No puedo escribir lo que sucederá.

Porque no tengo esa habilidad.

Lo que puedo decirles, es que el equilibrio se quebrará.

Yo lo sé, sin razón o porque.

A veces solo hay que buscar las preguntas, a las respuestas que ya poseemos.

Y ver más allá.

Porque el infinito se elevará al cuadrado... En otra oportunidad…

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