Memoria 359.
Luces de colores y risas a lo lejos.
Yo solo puedo ver lo blanco que se torna todo, y lo que emana de tal color.
No suelo salir por las noches, pero tantas luces y el frío me han puesto aquí.
Aquí frente a esta puerta de madera de pomo dorado.
Recuerdo las flores y el árbol del medio.
La he empujado y se ha abierto como en el pasado.
Me encuentro en el salón antes de color coral con sillones rojos y un árbol de un lado,
Recuerdo los regalos, los cuadros y pinturas.
Ahora sólo hay un lugar vacío con telarañas y polvo.
Más adelante estaba un comedor de madera con un bol de nueces y pastel en medio…
Recuerdo las casitas, el azúcar y las tarjetas.
De eso solo hay una mesa deshecha y un grifo que suena.
Volver aquí, me ha recordado que los momentos felices no duran para siempre.
Recuerdo las risas, el espejo y las fotos.
Que tienen que durar lo necesario para hacernos reír, gritar y llorar,
Emociones y sensaciones que recordaremos con anhelo.
Recuerdo los libros, el sillón y los dulces.
Pero sin quedarnos mucho tiempo en esos momentos,
Sólo pasando por ahí de vez en cuando, para no hacernos daño.
Yo solo puedo ver lo blanco que se torna todo, y lo que emana de tal color.
No suelo salir por las noches, pero tantas luces y el frío me han puesto aquí.
Aquí frente a esta puerta de madera de pomo dorado.
Recuerdo las flores y el árbol del medio.
La he empujado y se ha abierto como en el pasado.
Me encuentro en el salón antes de color coral con sillones rojos y un árbol de un lado,
Recuerdo los regalos, los cuadros y pinturas.
Ahora sólo hay un lugar vacío con telarañas y polvo.
Más adelante estaba un comedor de madera con un bol de nueces y pastel en medio…
Recuerdo las casitas, el azúcar y las tarjetas.
De eso solo hay una mesa deshecha y un grifo que suena.
Volver aquí, me ha recordado que los momentos felices no duran para siempre.
Recuerdo las risas, el espejo y las fotos.
Que tienen que durar lo necesario para hacernos reír, gritar y llorar,
Emociones y sensaciones que recordaremos con anhelo.
Recuerdo los libros, el sillón y los dulces.
Pero sin quedarnos mucho tiempo en esos momentos,
Sólo pasando por ahí de vez en cuando, para no hacernos daño.
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