Temporada I: Otoño.

Te conocí un verano,
Recuerdo que llegaste a mi casual,
Con conversaciones sin importancia acerca del futuro
Junto con alguien que precisamente, era uno de mis amigos más queridos.

Todo funcionó de una forma extraña,
Creo recordar.
Dijiste – ¿Aura?–
Y yo solo pude reír sin control, negándome todas las veces posibles.
Mientras tu insistencia, lograba exasperarme,
También te daba una excusa para conocernos más.
Tu eficiente naturalidad para tratar de temas complejos, no era envidiable.
Al menos no para mí.
Ya que, siempre buscaba alejarme de todos los problemas.
Aunque siempre me cuidabas,
Siempre un paso delante de mí
¿Es lo que hacen los que son mayores que tú?

Éramos niños que jugaban, sí
Pero no uno con el otro,
Sino juntos.
Pero sin sumarle nuestros sentimientos.
Porque el aprecio era tangible
Incluso para un cuerpo tan pequeño,
Libertades que aún no poseía conmigo misma,
Pero si contigo.
Aquí no podía definir quién era todavía.

Hasta que llegó el fatídico día en que alguien,
Con el color de cabello de tu propia aura, te destronó.
Aunque esa fue una excusa
Inventada por razones egoístas;
Y algo que quisiste creer,
Que nos hicimos creer para culpar a eso,
Nuestra distancia.

No fue agradable el transcurrir de días,
Porque no podía olvidar que tan unidos habíamos sido.
Pero tampoco podía esperar que tú,
Como iba tu vida… Esperases por mí.
Todos crecen, todos cambian.

Y tú, lo hacías a un ritmo tan violento que no era normal.
No podía seguirte, realmente no podía seguirte.
Superamos muchas cosas,
Aunque el contacto haya sido nulo,
Vivimos experiencias
Primerizas, que nos hicieron reír, llorar y enojarnos,
Con nosotros y los demás.

Pero fuiste un otoño que trajo nuevos comienzos.
Aunque algunos de esos recuerdos ya son borrosos en mi memoria,
Tengo algo en claro,
Que no olvidaré en un tiempo más
Dado que pude explorar qué quería ser.
El cariño en ese tiempo de cambio,
Me haya ayudado a comenzar otra vez.




Comentarios