Temporada III: Primavera.

Agradable y reconfortante.
Como una brisa florida de las más cálidas emociones.
Sol brillante pero no asfixiante.
Liberando tanta serotonina como un río que fluye.

Cuando todo empezó por un desierto y una pregunta que le faltaba algo de tono
Con un grupo extraño pero gracioso.
Un rey que quiso convertirse en guerrero,
Alguien que quería proteger a los suyos.
El rey que pudo conquistar palacios enteros, también podía ser un niño pequeño.

No puedo recordar las veces que reí a tu lado o de ti (o de mi) en la corte,
Por su sonrisa y sus lunares podía distinguirlo de simples plebeyos.
Aunque siempre deseaba mezclarse con la multitud,
El café en su mirada lo delataba.
Siempre dándolo todo
Para apreciar el más mínimo detalle en el poco tiempo que tenía.

Los colores brillantes podían no verse bien juntos,
Pero cuando buscabas la armonía...
Era asombroso a ver qué se creaba.

En este tiempo,
La luna y el sol convergieron y se eclipsaron entre sí,
Batallas que no terminaban con un ganador pero si con satisfacción.
También, ese niño pequeño podía volverse un ser responsable,
Alguien orgulloso pero de buen corazón.
Siempre riendo, siempre jugando.
Siempre apoyando.

Sé que jamás fui una plebeya ordinaria,
Ni para ti, ni para el mundo.
Pero estaba bien para mí,
Estar para ti.
Como aquella que le cedió el trono a su hermana,
Y de ahí hacia abajo, los títulos eran más y más escandalosos.
Miedosa, cobarde, irresponsable…
Y podía seguir con más.

Pero eso a ti, no te importaba…
Aunque era aquella ex-reina
Que vivía feliz en el reino que no le pertenecía.
Aunque ¡oh! Bella ironía…
Porque era feliz, al lado de un rey.

Todavía escucho las risas en esa playa lejana,
Las tardes viendo al cielo,
Siento las flores entrelazadas en el cabello,
Las margaritas y los anillos…
Y recuerdo mis quejas subiendo esa colina.
Cuando el sol brilla más,
Por si solo…
Nada es comparable.
Nada nunca lo será.

Esto acabó,
Siempre estará ahí.
Pero ya se siente diferente,
Ya que todo cambió.
Tampoco fue una primavera ordinaria,
No fue nada normal.
¿Cuándo fuimos normales?
Buscaremos nuevos comienzos.

Fue un tiempo interminable de emociones,
Pero nuestros caminos se separan,

Más allá de lo que vivimos, 

Más allá de todo.


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