Alter Ego.

No creía que existiera alguien así, porque eso sí, lo que le llamaba la atención de él, que aunque no pensara igual a ella (cosa que le irritaba) también le gustaba como pensaba. Le gustaba demasiado. Lo llamó su “Alter ego”. Esa persona que era totalmente opuesto a ella, ella decía blanco y él negro. Sólo había dos cosas que no encajaban en el rompecabezas, una era la personalidad de los dos y su amor por la música; eran iguales en ese aspecto. Los dos eran serios, exagerados a su manera y la música, no podían vivir sin ella, era algo básico en sus vidas. Lo que más asustaba es que se conocían muy bien, sin haberse hablado más de cuatro veces. 

Ninguno le importo la vida del otro, tenían amigos en común, pero eso no era relativamente importante. 

Luego ese día, no recuerdo muy bien lo que pasó, pero lo que sé es que se hablaron, ella le dijo lo que pensaba de el, este le respondió de una manera neutral y calmada, el no se guiaba por lo que le decían los demás porque eran cosas sin sentido pero ella le dijo todo, no se guardo nada. En esas semanas fue un poco más agradable para los dos, eran amigos de una manera extraña. Pasaban sus tiempos libres hablando de la vida, de sus gustos, de sus maneras de ver las cosas, aunque se conocían de una forma no tan normal, eso les gustaba. 

Hasta que llegó ese fatídico día para ella; él le dijo que le gustaba, que no se explicaba porque o como pasó. Ella le respondió que también le gustaba pero no buscaba una relación, no la quería. Le explico mil maneras para decirle que era importante lo que él sentía, ella lo sabía pero tenía una meta y hasta no cumplirla ella no tendría nada con nadie. Lo veía como una distracción, ella quería ser feliz, pero a su manera y como el muy bien sabía nadie cambiaria su parecer. 

Por eso, son todavía amigos, se gustan, se apoyan y esperan que esto no cambie en un tiempo; Ella sabe que la comprende a su estilo, ya que es su “Alter Ego”.

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